Introducción

El primer contacto que tuve con el desarrollo de aplicaciones Android fue en un cursos que hice durante mis estudios universitarios. El curso apenas duró tres días, apenas 12 horas, lo suficiente como para querer profundizar cada vez más en este apasionante mundo en el que todos los días aprendes algo nuevo, alguna forma distinta de modificar y mejorar cada una de tus creaciones.

En aquel entonces, mis nociones en programación eran muy básicas. Sabía un poco de C++ y había trabajado con algunos paquetes de cálculo matemático. Así que imaginad lo que me desanimó enterarme de que tenía que aprender XML y Java para poder realizar una simple aplicación.

A día de hoy, pienso que mi reacción en aquel momento fue exagerada. Tampoco era para tanto. Sólo hay que aprender unos cuantos comandos en cada uno de los lenguajes de programación y a partir de ahí sólo queda repetir una y otra vez el código que vamos a desarrollar. A día de hoy, la mayor dificultad que he encontrado ha sido a la hora de crear nuevo código para realizar acciones concretas. A partir de ahí, todo lo que he hecho a continuación ha sido reciclar cada una de las líneas que ya tenía escritas. Con esto he reducido trabajo y perfeccionado cada uno de los programas que he hecho.

Aquel curso se dividió en tres días que espero poder resumir en las siguientes tres entradas: